DONDE TODO FUNCIONA - TOKYO

Finalmente después de unos días relajantes en Bali he dejado el sudeste asiático tras dos meses de haber aterrizado allá por Hanoi. Ahora estoy en Tokyo que es totalmente lo opuesto a la informalidad que caracaterizaba las ciudades que he conocido hasta el momento. Olvídense de lo que nos cuentan del primer mundo en occidente, esto sí es el primer mundo.

Llego a Narita a las 8am e inmediatamente me dirijo a un ryokan, una especie de albergue típico nipón que es todo de madera, paredes y puertas de papel, y se duerme en un colchón en el suelo de tatami. Dejo mis cosas –y mi olor a pata, en el ryokan se va descalzo- y me voy directamente a la calle a conocer.

Sorprendentemente la ciudad es silenciosa, poco tránsito y las calles bastante lejos de estar saturada de gente. Pero esto es durante el día ya que a medida que anochece la ciudad se transforma en una locura: luces de neón, masas de gentes vestidas de las formas mas extrañas, sonidos, música, comida, videojuegos, arquitectura...todo condensado. Me hizo recordar a la selva de Borneo: la fauna local sólo se podía ver cuando cae el sol.

La gente está obsesionada con la limpieza y con las maneras. Hasta el último baño de la peor estación de trenes parece un quirófano y ellos mismos son ascéticos. El agradecimiento a la hora de pagar hasta una inocente botella de agua es excesivo. Te dicen “arigato” 10 veces con una amplia sonrisa mientras reverencian repetidamente, como si mas bien le hubieras donado un órgano.

Yo creía que en Londres había visto mucha gente enganchada al celular mientras viajaban en metro, pero aquí es lo nunca visto. Entrás al tren y están todos mirando a la pantalla del celular, generalmente jugando. Las mujeres van vestidas con lo último de la moda y la juventud hace culto a la cultura manga.

No sólo he estado en Tokyo, también he pasado un día en Nikko en el norte. Básicamente es un pueblo rural donde el principal atractivo es el bosque de pinos salpicado de templos milenarios. Elegí el fin de semana para ir y estaba atestado de japoneses que, al igual que en todo el mundo, se mueven en contingentes gigantes. Si ves aparecer unos colectivos con japonenes salí corriendo porque seguro te arruinan el día.

El tren merece un capítulo aparte. Es increíblemente puntual, limpio y con muchos servicios a la hora sea donde sea que quieras ir. Yo venía con el chip del SE asiático donde moverse era un acto de paciencia y no podías planificar demasiado. Aquí me puedo mover en el mismo día a Nikko a 120 km al norte de Tokyo, visitar unos templos, volver a Tokyo a la tarde y tomar otro tren a Kyoto –desde donde les escribo- todo en el mismo día y sin un minuto de retraso según lo planificado. Es que en el 1er mundo todo funciona como Dios manda.



parador donde comia en bali


hotel de bali





adiós a la lonely del sudeste asiático que me acompañó 2 meses


el barrio de tokyo donde está mi ryokan


transporte a sangre


mercado


los clásicos edificios estrechos entre medianera


un poco de arquitectura kich


este edificio lo vi en la Muy Interesante cuando tenía 11 años y fué uno de los motivos que estudié arquitectura, nunca supe dónde estaba ubicado y me lo encontré sin proponermelo

vista desde un mirador





cultura manga





mas cultura manga


estas cosas no son para los niños, se lo compran las adolescentes y no tanto!


central tokyo y el palacio imperial


el eficiente sistema de trenes, todo automatizado


geisha por tomar el metro


la gente enganchada al celular por todos lados


"sinkansen" o tren bala, pasa cada 5 minutos!


un clásico, sushi al paso y barato


no sean mal pensados, es una peluquería!


son tan educados que te piden que no fumes mientras camines


un templo a 100 mts del ryokan





nikko


nikko, subiendo a los templos


alistando una ceremonia


si si, contingentes de japoneses en japón







aqui no habian llegado los contingentes aún... había mucha tranquilidad