Después de unos días Tucumanos de caminatas, mountain bike, asados y familia en la montaña, finalmente armé mi mochila y volví al camino con 12 kg de equipaje y 8 kilos mas de peso! jeje. Esta vez con la compañía de Alejandro y Miky, dos buenos amigos que me acompañarán por toda Latinoamérica.
Salimos de Tucumán hacia La Quiaca y luego de pasar la frontera seguimos hasta Potosí, desde donde les escribo. El colectivo en el lado boliviano me recordó a mis viajes por Nepal: 12 horas rebotando en la butaca para hacer los 250 kilómetros que separan Villazón –frontera- con Potosí.
Potosí es un poblado bastante agradable, tranquilo y frío, la ciudad es la mas alta de Latinoamérica (4.100 msnm). Lo realmente particular de estar aquí es ir a visitar el Cerro Rico y sus minas.
Si nos ponemos en prácticos el cerro es un hormiguero que durante 500 años se lo ha perforado con galerías para la extracción de minerales. Si nos ponemos en poéticos el cerro tiene un significado tan especial que es difícil de explicar: toda Latinoamérica tiene su origen y razón de ser en este cerro y sus metales preciosos. Latinoamérica sería otra cosa de no existir Cerro Rico.
Las principales ciudades de Sudamérica han sido fundadas para permitir el paso de la plata que aquí se extraía, cientos de personas han dejado la vida para que esta empresa funcione, culturas enteras han desaparecido para que no se corte el flujo de materiales a Europa, la corona española se ha puesto de pié económicamente durante siglos gracias a Potosí. No se puede dejar de pensar en todo esto mientras se visitan las pequeñas galerías todas inundadas y ver las condiciones en las que aún hoy las cooperativas siguen extrayendo el poco metal que queda.
La visita es obviamente guiada pero tiene un sabor distinto a otros tours que hice. Los guías son ex trabajadores de la mina y mientras uno la recorre todo el ajetreo de carros y personas sigue igual como hace siglos. La tecnología es casi nula y no existen barreras ni separación entre los mineros, que siguen vetas que los guíen hacia algún metal, y uno mismo que está sacando fotos, los mismo riesgos para todos. Es algo que está tan vivo como siempre.
Los trabajadores se jactan de ser duros, machos y fuertes. Realmente las condiciones son durísimas, no se puede creer que pasen hasta 16 horas trabajando en esos agujeros. Les gusta decir “con la plata que se llevaron se podría construir un puente desde Potosí a España, y se podría tender otro puente de regreso con los huesos de los que aquí perecieron”.
el asado, uno de los culpables de los 8kg que me llevo encima
asadito en san javier, tucumán
mountain bike en horco molle, tucumán
con david, compañero de bicicleta
caminando con mis hermanos a piedra pintada, san pedro de colalao, tucumán
bicicleteada con sobrinos en san pedro de colalao
hualinchay, montaña tucumana
la familia reunida
paso fronterizo hacia bolivia
en el 2000 me saqué la misma foto en ushuaia
llegada a potosí al amanecer, después de 48 horas de viaje
potosí
cholitas en potosí
el Cerro Rico al fondo, es un hormiguero lleno de túneles
caras de ir a la mina a trabajar
Chueco, Tucuman es precioso! Wow...
ReplyDeleteY bueno, empezó la segunda parte del viaje!!! Te deseo lo mejor y ya tengo ganas de verte en Londres!
Anna
Buena Profesorrrr!!
ReplyDeleteexitos para esta segunda parte del viaje!!!
Chelo
Chuecoo!! Espero que te vaya muy bien todo!
ReplyDeleteTe esperamos en Barcelona!!
Un abrazo amigo!
chuequito buenisima las primeras fotos de tucuman sobre todo la que estoy yoo jajjaja.....
ReplyDeletepotosiii hermoso trabajando de minero no te imagino jjaja tus aventuras muy buena
la verdad que te extrañoo un monton creo que estas aca el dia que te fuiste llore me dolio tanto pero buehhh pasa rapido el añoo y ya vendras a mis 15 jajajaja te amoo segui con tus aventuras
pd:no vayas a machu pichu te lo recoiendoooo te amoo nos vemossss
chauu
rooo